Mario Miranda

Blog de filosofía, antropología, gastronomía, diseño y demás interesantes espacios de creación humana.


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La sombra del ser en el metafísico de Meßkirch.

Besinnung, (Meditación) obra de gran importancia de Martin Heidegger, ocupa un lugar cercano a Ser y tiempo, obra  más conocida y de mayor difusión. La fundación del ser y su estructura misteriosa parece ser la gran y empeñosa empresa de Heidegger y no es para menos, ya en Ser y tiempo hace publica su inconformidad por desvelar que lo que han hecho los grandes maestros del pensamiento como Aristóteles, Sócrates, Tomás de Aquino e incluso Duns Scoto; todos ellos no logran dar con el punto central del objetivo de la filosofía primera: responder con claridad a la pregunta ¿Qué es el ser?. El ser se dice de muchas maneras, dirá el Estagirita y sin embargo, la potente fuerza del discípulo de Platón, no consigue ir más allá de la osuna y sus diversas determinaciones y modos. La gran maquina estructural en el pensamiento de Heidegger nos ofrece en Meditación, un bloque, una sucesión de pensamientos, algunas veces a modo de ráfagas, de balas y otras de enormes párrafos complejos y profundos sobre aquello que nadie acierta a decir con claridad, el ser. Se ha maquinado una industria de máscaras que disfrazan al ser y que pareciera que el ente es uno de sus vestuarios más evidentes a lo largo de la historia del pensamiento. Recuperar la unidad del ser sin tocar al ente parece imposible, insulso y vano pero, Heidegger entra en un bosque de palabras y sentidos que, llenan de precariedades el ser-ahí que desarrolla hasta el cansancio en Ser y tiempo. La historia del ser se ha desenvuelto como papel celofán a lo largo de ilustres filósofos que no terminan de comprender lo que es el ser. Se ha enseñoreado el ser dándole una posición de poder que no está determinadamente fundada porque se ha construido sobre la voluntad humana. El hombre como «subjectum» también encuentra lugar en este inmenso libro. el Ser como «palabra» tiene un lugar desgastado, vacío, que no tiene el empuje para definir volviendo a pensar el ser como ineficaz e irreal, el completo desierto  del representar inobjetivo.  Continuará.

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Los valores en la Película «Coco».

Una gran película hecha con tecnología creada especialmente para ella, y sobre todo, basada en la cultura mexicana, es suficiente para ir a verla inmediatamente. No hablaremos de los efectos ni la tecnología ni siquiera de los actores que ponen voz a los personajes. Hablaremos de lo que creo es más importante: los valores que mueven la historia de ésta película. Todos comentan, en Facebook sobre todo, que «si no lloras con Coco, no tienes corazón». Parece un cierto misterio esa frase cuando no la has visto y hasta piensas que inventan o exageran en ello. Cuando la terminas de ver, algo dentro de ti ha cambiado enormemente. Creo que si bien se pueden llenar páginas enteras sobre la tecnología, los actores, la fotografía, la iluminación, la banda sonora, la producción , la dirección, etc. es mucho más interesante y no menos importante la filosofía y los valores que hay en esta bonita película.

Advertencia: Spoilers.

Si ya la viste, lee lo que sigue y, si no la has visto, intentaré no dar demasiada información para que al verla, reflexiones sobre lo que aquí escribo.

De una larga lista de valores, he escogido cinco de ellos para desarrollar brevemente: Confianza en sí mismo, justicia, honestidad, familia y verdad.

  1. Confianza en sí mismo. El niño protagonista de la historia atraviesa por diversas situaciones que le impiden convertir en realidad su sueño. Lucha con su familia, con sus costumbres y creencias sembradas en su familia, sin embargo y a pesar de todos los obstáculos, logra salir adelante y vencer a los que se oponen a realizar lo que le hace verdaderamente feliz. Siempre muestra confianza en sí mismo y eso parece ser su fuerza, su motor. Ese es su liderazgo interior que le empuja a vencer hasta las situaciones que parecen imposibles.

2. Justicia. El niño protagonista vive momentos en donde se debate entre hacer lo que su familia a planeado para él y lo que él realmente desea hacer. La lucha es entre hacer la voluntad de sus mayores y su propia voluntad. En ésta película se muestra claramente el nacimiento de la voluntad de un niño que parece torpe, insensata e ignorante y, sin embargo, más fuerte que la voluntad de su familia.

3. Honestidad. el niño siempre es honesto en su querer y en su obrar, no busca agradar a nadie ni quedar bien con nadie. Busca ser feliz y para ello, necesita cruzar y romper la voluntad de su familia pero no con violencia o necedad ciega, sino con una profunda convicción y vocación. Sin la clara vocación que le ilumina el camino de la felicidad y la seguridad, no podría enfrentar a su familia.

4. La familia es grande, cercana y siempre dispuesta a dar y apoyar a cada miembro de ella. En la película lo vemos constantemente y por momentos se ve como el ideal de la familia que quisiéramos tener pero, a medida que avanza la historia, se deja entrever que es la misma familia quien le muestra un camino ya hecho en donde no le preguntan su opinión sino que ya está impuesto un proyecto de vida que el niño evidentemente detesta porque no le hace feliz. es ahí donde entra un problema moral: ¿Hacer lo que mi familia dice o hacer lo que yo quiero hacer?, esta pregunta se desarrolla en la película y tiene fuertes discusiones que llevan al tema de la libertad. ¿Hasta donde somos libres en nuestra familia y hasta donde prisioneros de ella sin darnos cuenta?, ¿ Es válido emitir nuestro querer aún a pesar de la negación de la familia?. ¿Tiene siempre la razón la familia o impide el crecimiento personal?, son temas interesantísimos a tratar. No quiero sonar negativo pero, la misma película lo muestra.

5. La verdad.  Aunque parezca mentira, la verdad siempre sale a iluminar el entorno de todas las historias, sean ficticias o reales. Nadie escapa de la verdad y es al final de la película que se nos muestran detalles que nos hacen comprender mejor toda la historia. El bueno y el malo siempre son el estira y afloja de toda historia. Muchas veces los papeles se invierten y eso nos causa un shock mental que vuelve la historia más rica. La verdad lo ilumina todo y repara aquello que hay que reparar. Podemos mentir y hacer que las cosas «marchen» pero la fuerza de la verdad siempre es mayor y no tarda en salir. La verdad transforma todo.

«Coco» es una muy buena película que además de reflejar la cultura, la comida, las tradiciones, las relaciones y el afecto de los mexicanos, muestra valores que tenemos muy fuertemente arraigados los mexicanos, unos más que otros, naturalmente, pero que no escapan de nosotros; buscamos reforzar nuestra confianza en nosotros mismos a pesar de los problemas del país, problemas personales y de pareja. Buscamos la justicia en todas las áreas, desde un partido de futbol, hasta las acciones y obras del Gobierno; valoramos la honestidad de los que nos rodean, detestamos la mentira y el engaño. La familia es nuestra mayor riqueza porque no se trata de posesiones ni bienes materiales, se trata de personas de carne y hueso que siempre te darán la mano en los momentos difíciles. La verdad es veces incómoda porque no estamos acostumbramos a herir u ofender pero, siempre se sabe la verdad pues no tiene tapón que pueda detenerla.

Es muy buena película que nos hace identificarnos en los pequeños detalles y las pequeñas cosas, por eso hay que verla, porque a veces olvidamos la riqueza y el valor de nuestra cultura (los perros xoloescluincles, la música de Mariachi, la tradición de día de muertos, el color de la flor de cempasúchil, el potente valor y respeto a los muertos, los signos que se esconden en las tradiciones mexicanas, la figura del Charro, etc)  y nos deslumbran las luces fugaces que vienen de todas direcciones.

Hay una filosofía del respeto de la persona, de los muertos, de la cultura y de las tradiciones que son la esencia de las personas, todo aquello que nos conforma como seres de una sociedad con un pasado común y con la batalla diaria de vivir siendo mejores seres humanos que trasciendan estos valores a las nuevas generaciones que, frente a la comodidad del mínimo esfuerzo, la apatía y el rechazo a los valores perenes, crean, sin darse cuenta, una anticultura basada únicamente en el «me gusta», » no me gusta», cuando no se investiga nada, y se cree en todo, cuando cada quien construye sus verdades abandonando el consejo y la sabiduría, se pierde lo propio del alma humana.

Sócrates dice en una frase: «El orgullo divide a los hombres, la humildad los une». Aristóteles dice al comienzo de su Metafísica: «Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo de saber». El empeño del conocer y del conocer con humildad, van de la mano, y así, nadie empobrece ni se deshumaniza.

coco